Luis Alfonso Guadarrama Rico
Coordinador Ejecutivo de la Red Iberoamericana de Investigación FAMECOM
El Poder Legislativo local ha despertado el interés y comienza a ganar la atención de distintos grupos sociales. Varios se preguntan qué sucederá ahora que Morena domina en el ámbito federal, así como en la mayoría de las entidades y, desde luego, en territorio mexiquense.
Cuando el presidente Enrique Peña Nieto lanzó en 2016 la iniciativa de Ley sobre Matrimonios Igualitarios, la cámara local trató de hacer rápido su tarea, al organizar foros de «discusión» sobre tan controvertible asunto; dos de ellos se efectuaron en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). En aquellas semanas, el músculo político priista quería enviarle al presidente Peñala radiante señal de que contaba con el fervoroso apoyo de su entidad.
Luego, ocurrió lo mismo que en el poder legislativo federal: el gran peso que ejerció la Iglesia católica frente a un Estado presuntamente laico, escoltada por el Frente Nacional por la Familia, el Consejo Mexicano de la Familia, la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (CONFRATERNICE), la Unión Nacional de Padres de Familia, el Partido Acción Nacional (PAN), el ala conservadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Encuentro Social (PES), hicieron ver tanto al Ejecutivo como al Legislativo que no se podía efectuar la reforma al primer párrafo del Artículo 4º constitucional, so pena de perder sufragios tricolores en las urnas. Aunque detuvieron tan temeraria modificación, y dejaron en paz el Código Civil Federal, de todas maneras, las votaciones se fueron a pique para el PRI. La Iglesia católica y las mentalidades ranciasno tienen palabra, son parte de la Real politik.
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El 1º de diciembre se sumará el Poder Ejecutivo al Legislativo y, la visión ideológica se teñirá de rojo marrón. Cabría preguntar:¿el poder morenista avanzará atrevidamente sobre las reformas posmodernas que deberían estar al día en todo el país como:¿la interrupción legal del embarazo? ¿El matrimonio entre personas del mismo sexo biológico? ¿La adopción por parte de homoparejas? ¿La aplicación de todas las técnicas actuales de reproducción asistida, independientemente de la orientación sexo-genérica? ¿La eutanasia y, la muerte asistida? Esperemos que sí, excepto que los báculos continúen arriba de la Carta Magna.
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