Luis Alfonso Guadarrama Rico
Coordinador Ejecutivo de la Red Iberoamericana de Investigación FAMECOM
Continúa la danza de los «memes». Parece que gozan de una cena pantagruélica, puesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Se trata de dos solicitudes enviadas hace poco; una turnada al Papa Francisco y, la otra, al rey de España Felipe VI.
El planteamiento de ambas misivas es que, antes de «celebrar» los 500 años de la caída de Tenochtitlan; o de la Conquista lograda por soldados españoles, capitaneados por Hernán Cortés; sin olvidar que recibieron el apoyo de guerreros locales, cuyos pueblos habían vivido sometidos, explotados y esclavizados por el imperio Azteca.
Esos combatientes resentidos anhelaban ver caer a su enemigo. Lo digo, para poner el episodio en su dimensión colaborativo-vengativa.
Así que el titular del Poder Ejecutivo AMLO, ha imaginado que, pegadito al 13 de agosto de 2021, en un acto de contrición, el Estado Español y el Estado Vaticano, por mérito de su escrito, redactarán la lista de agravios cometidos desde la llegada a Continente Americano, hasta la Conquista, más lo acumulado en la Colonia e, incluso en el amanecer de la Independencia, con Miguel Hidalgo y José María Morelos, a la cabeza.
Acto seguido, al releer tanta maléfica acción u omisión, desde el infierno y otras catacumbas sobrevendrá en los imputados el remordimiento, hasta que un sortilegio hará firmar la carta a cada Jefe de Estado y, por fin, les lleve a pedir perdón a los pueblos originarios, masacrados en este lado del Atlántico.
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Con la serenidad requerida, el presidente AMLO firmó una petición un tanto «especial», por expresarlo de alguna manera.
1) Analizar hechos ocurridos hace cinco siglos, básicamente con la mirada del siglo XXI, es incumplir con el primer abecé de toda revisión del pasado: el criterio histórico-social que exige cada época estudiada;
2) Desde luego, estamos fuera de que ellos acepten una culpa a la que –una vez confesada– se aplique alguna ley y su consecuente acto punitivo, en tanto no existen personas vivas a las que imponer el castigo correspondiente; se nos adelantaron un poco y,
3) En todo caso, AMLO alude a una culpa psicológica que es difícil imponer al otro (al Rey de España) que, además, ya dijo que no tiene por qué hacer tal expresión.
Quedarán para la historia las cartas, por cierto, escritas en español y no en náhuatl.
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