A pesar de la alta demanda social por las profesiones ligadas a la salud y al bienestar (medicina, entre ellas), solamente 10% de los 4.4 millones de jóvenes está en las aulas preparándose en estos campos. Como ha sucedido durante el último medio siglo, los conocimientos y habilidades para abrazar profesiones en Matemáticas, Ciencias Naturales, así como en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), apenas alcanzan entre 3.1% y 1.9% del total de la matrícula en el país. Ahí se refleja también parte de la baja calidad que brota de la educación básica y media superior.
El anteproyecto de la Ley General de Educación Superior que recientemente llegó a la Cámara de Diputados federal, cuando sea aprobada, será la base para ver hasta dónde llegará la financiación para materializar aquella promesa de campaña, es decir, que la educación superior sería obligatoria y “gratuita” en la 4T. Año con año deberá aumentar significativamente el presupuesto; la cobertura de la demanda tendrá que ser una realidad, especialmente desde cada universidad pública estatal. Al tiempo…
Dejanos tus comentarios