Ha transcurrido la primera semana que da cuenta del engarce entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo. El presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que la línea es que no hay línea. Entre ambos poderes no hará falta dicha táctica pues sabe que tendrá respaldo y raudo apoyo a las iniciativas que él envíe a la Cámara de Diputados o a la Cámara de Senadores, incluido el paquete económico para 2019.

En los días y meses por venir, veremos modificaciones, derogaciones, adiciones y nuevas propuestas constitucionales, así como leyes, normas y reglamentos ad hoc, con el propósito de que, desde las áreas laboral, civil, mercantil y penal, poco a poco se coloquen las bases e instrumentos para tratar de encarar la montaña de problemas sociales que nos aquejan como país.

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Pobreza, desigualdad, marginación, migración, inseguridad, delincuencia organizada, feminicidios, corrupción, impunidad, robo de combustible, baja calidad educativa, sindicatos magisteriales que poco a nada ayudan, falta de acceso a la educación media superior y superior, crisis financiera en varias universidades públicas, desempleo, aumento del empleo informal, millones de jóvenes sin acceso a educación, creciente obesidad infantil y juvenil, deficiencia en cobertura y servicios médicos de calidad, sistema de pensiones colapsado, viejos y ancianos desprotegidos, salarios mínimos y máximos en pugna, (in)transparencia que no cesa, deficiente rendición de cuentas, indispensable pago de la deuda externa, son algunos de los problemas sociales que abren bocado como parte de la agenda para el nuevo gobierno.

AMLO tiene para operar en este inicio de su mandato, a la Cámara de Diputados con 303 de los 500 votos desde las curules; a la Cámara de Senadores con 70 de los 128 que se pueden expresar para enfilar a buen puerto los planteamientos que, «sin línea», envíe el Poder Ejecutivo a la cámara baja y alta. En la siguiente capa del mapa político, cuenta con 19 de los 32 congresos locales; con las primeras cinco gubernaturas, más 252 alcaldías, sobre un total de 2440 municipios.

La estructura que apoya a AMLO desde su partido, no solamente operará para intentar materializar las promesas en realidades. En paralelo, tratará de que durante el sexenio el mapa político se tiña de morena.