Luis Alfonso Guadarrama Rico
Coordinador Ejecutivo de la Red Iberoamericana de Investigación FAMECOM
Ha sido indispensable el repliegue de la población a sus respectivos hogares. España, Italia, EEUU y Canadá están entre los 35 países del mundo que han aplicado esta medida adicional para contribuir a la contención del coronavirus 2019. ¿Por qué Covid-19? Se denomina así a la aguda enfermedad que provoca este nuevo tipo de virus, descubierto hace unas semanas en una región de China. A este padecimiento respiratorio se le ha nombrado Covid-19 porque su nomenclatura responde a: Co, igual a Corona; Vi, que alude a Virus y, la letra D, que indica el término en inglés Disease, traducido como: enfermedad.
En México estamos entrando a la fase 2 de la pandemia del Covid-19. La importación del coronavirus, a través de personas que lo adquirieron fuera de México, inició a finales del pasado mes de febrero. La transmisión comunitaria ha comenzado y, por ello, la segunda fase se asoma a corta distancia.
En el momento que escribo esta colaboración los datos de la Secretaría de Salud del gobierno federal, reportan las siguientes cifras: 203 casos confirmados; 606 personas que podrían tener coronavirus pero que no se ha ratificado su situación; por pereza mental les han denominado “casos sospechosos”; mas 1,111 descartados, y dos decesos; uno registrado en Ciudad de México y el segundo en Durango. Los datos corresponden al pasado 20 de marzo. Hoy lunes, lamentablemente estas cifras habrán aumentado. Los casos de sarampión también habrán crecido.
También te puede interesar: Contra la infodemia
Esta pandemia está colapsando nuestro sistema de vida a escala mundial. Su propagación ha puesto freno a la actividad económica, ha detenido gran parte de la actividad sociocultural que reproduce nuestra cotidianidad, está poniendo al desnudo nuestra fragilidad y nos coloca ante la propia finitud; esa en la que no queremos pensar. También está corriendo la cortina para ver el limitado sistema de salud pública que tenemos en México.
Con el repliegue de los estudiantes, más una parte de la fuerza laboral a los hogares, –como acaba de suceder desde la semana pasada– quedará a la vista la rebanada de los “desconectados” y de las personas desalfabetizadas digitales. Veremos en qué medida los hogares tendrán sus respectivas terrazas de un purgatorio dantesco, generado por el confinamiento impuesto, aunque vital. Seguiré…
Dejanos tus comentarios