
Luis Alfonso Guadarrama Rico
Coordinador Ejecutivo de la Red FAMECOM
Como balde de agua fría cayó la expresión del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el pasado 21 de febrero, en su conferencia matutina, cuando volvió a su frase consentida: «Eso ya se acabó». Una periodista le preguntó si Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), como Azteca amigos y Fundación Azteca ya no recibirían recursos del gobierno federal. AMLO dijo que ya no.
El mandatario volvió sobre el tema de las estancias infantiles. Dijo que, según el informe del DIF nacional de 2018, habían hallado irregularidades en 70 % de los casos; que ante tal reporte se dará el dinero a las madres y/o padres de familia, para que ellos decidan a qué estancia entregar ese recurso público. Reiteró que no más dinero a las asociaciones, sindicatos o fundaciones, sean quienes sean. ¿Adiós al histórico Tercer Sector? En México, con distintos rostros y funciones, data de la época Colonial hasta nuestros días. ¿Su exterminio formará parte de la 4ª Transformación? AMLO respondió a la misma periodista que hasta ese momento no tenía reclamos de, por ejemplo, Ricardo Salinas Pliego, quien será afectado junto con otras OSC.
También te puede interesar: ¿Ahora sí matrimonio igualitario?
Parece que otro de los distintivos del Poder Ejecutivo rezará que: Cuando se encuentren anomalías o contubernios, sin importar quiénes hayan incurrido en tales prácticas, sacará la guadaña anticorrupción y, al margen de que existan OSC que trabajen de manera efectiva, eficiente y pulcra, todas irán al mismo costal; como lo dijo en la misma conferencia: «Van a pagar justos por pecadores».
Existen otras problemáticas que afectan a grupos sociales. Por ejemplo: Cómo le van hacer cuando usuarios de drogas inyectables (UDI) que viven con VIH, no reciban la atención profesional de organizaciones que trabajan directamente en picaderos y zonas de difícil acceso para intercambiar jeringas nuevas por usadas, a fin de reducir daños en materia tanto de VIH como de hepatitis y otras infecciones. ¿Harán un padrón de UDIS y les depositarán dinero para que en «pleno viaje» decidan a qué botica irán a comprar jeringas, torundas y recipientes para calentar su droga?
Al generalizar la aplicación de una política, se corre el riesgo no sólo de exhibir ignorancia sino, además, de cometer graves errores en grupos de población vulnerables que requieren atención en sitio. _
Dejanos tus comentarios